Una buena salud oral es más que dientes limpios y evitar las caries. La boca es una puerta de entrada a la salud general de su cuerpo. Además de las caries, la mala higiene dental puede tener un profundo impacto en su salud y longevidad. Cada vez hay más evidencia que muestra una asociación entre la mala higiene dental y una amplia variedad de enfermedades.

El estrés es algo que casi todas las personas experimentan, y puede conducir a problemas de salud crónicos cuando no se utilizan métodos para aliviar el estrés. Su salud oral puede mostrar signos de demasiado estrés, manifestando estos signos como aftas, otras úlceras orales, bruxismo, tensión y más. ¡Así es como el estrés afecta su salud oral y lo que puede hacer para reducir el desgaste de sus dientes y encías por ese estrés!

Fumar es uno de los factores de riesgo más notables asociados con la enfermedad periodontal o de las encías, que causa inflamación alrededor del diente. Esta irritación puede afectar el hueso y otras estructuras de soporte, lo que puede resultar en la pérdida de dientes. Además, la recesión de las encías puede causar efectos adversos en las coronas y otras restauraciones dentales. En última instancia, los efectos de fumar en los dientes pueden conducir a la caries dental y plantear un desafío al tratar de implementar la odontología restauradora.

El nivel de desgaste de una corona es único para cada individuo, y no hay una cantidad finita de tiempo que una corona pueda durar. Las coronas dentales pueden durar muchos años si cuida adecuadamente sus dientes. De hecho, es muy posible que pueda disfrutar de varias décadas de uso de una corona. Los investigadores encontraron que del 50 al 80 por ciento de las coronas duraron de cinco a quince años, pero incluso con el cuidado adecuado, las coronas no durarán indefinidamente.

Chuparse el dedo es un reflejo natural de los niños. Chuparse el pulgar, los dedos, el chupete u otros objetos puede hacer que los bebés se sientan seguros y felices y ayudarlos a aprender sobre su mundo.

Los niños pequeños también pueden chupar para calmarse y ayudarlos a conciliar el sueño. 

La halitosis -o mal aliento crónico- es algo que las mentas, los enjuagues bucales o un buen cepillado no solucionan. A diferencia del “aliento matutino” o un olor fuerte que persiste después de un sándwich de atún, la halitosis permanece durante un período prolongado y puede ser un signo de algo más serio.